Te prometo que este título no es una trampa. De verdad te vamos a dar una receta infalible para aumentar tu felicidad.
Antes debo advertirte que tú ya la conoces y que seguramente la has comprobado muchas veces. Lo curioso, es que a pesar de que todos ya conocemos esta simple receta, en lugar de incorporarla de manera regular a nuestra vida diaria, la ignoramos y perdemos mucho tiempo buscando la felicidad en otras cosas que, con frecuencia, nos alejan más de nuestro objetivo.
¿Alguna vez has experimentado esa sensación de bienestar que nos queda después de hacer algo bueno por alguien? Esa sensación de que has hecho una diferencia en el mundo, por pequeña que sea, es una de las cosas más gratificantes que podemos experimentar. Y es que, aunque parezca contradictorio, al enfocarnos en los demás y en sus necesidades, estamos encontrando la clave para nuestra propia felicidad.
¿Por qué ayudar a otros nos hace felices?
Sentido de propósito: Cuando ayudamos a otros, sentimos que nuestra vida tiene un propósito más allá de nosotros mismos. Esto nos da una sensación de significado y satisfacción.
Conexión social: Ayudar a los demás nos permite conectar con otras personas y fortalecer nuestros vínculos sociales, lo cual es fundamental para nuestro bienestar.
Aumento de la autoestima: Al hacer el bien, nos sentimos bien con nosotros mismos y aumenta nuestra autoestima.
Reducción del estrés: Cuando nos enfocamos en las necesidades de los demás, dejamos de preocuparnos tanto por nuestros propios problemas y esto nos ayuda a reducir el estrés.
¿Cómo podemos ayudar a los demás?
Hay muchas formas de ayudar a los demás, desde comprometer tiempo cada semana para hacer voluntariado hasta, simplemente, ser más amables con las personas que nos rodean.
Algunas ideas son:
Participar en organizaciones benéficas.
Hacer voluntariado en tu comunidad.
Ayudar a un vecino necesitado.
Escuchar a alguien que necesite desahogarse.
Ser amable con un desconocido.
De hecho, ¿Quieres experimentar algo muy especial? La próxima vez que encuentres alguien en la calle pidiendo dinero, en lugar de reaccionar con el típico “no tengo cambio”, dedícale 30 segundos. No sólo para darle una moneda, sino para preguntarle cómo le va. ¿Has pensado que mucha de la gente que ves cada día pidiendo ayuda no solo necesita el dinero sino una poca de atención? Inténtalo, y comparte con nosotros abajo en la sección de comentarios, cómo te sentiste.
El servicio como camino hacia la felicidad
Al servir a los demás, activamos una de las claves para la felicidad. Al dejar de centrarnos en nuestros propios problemas y necesidades, estamos abriendo nuestro corazón a los demás y encontrando un sentido más profundo en la vida.
Ayudar a los demás no solo beneficia a quienes reciben nuestra ayuda, sino que también nos enriquece como personas. Al servir a los demás, estamos invirtiendo en nuestra propia felicidad.
¿Te animas a probarlo? Empieza por pequeños gestos y verás cómo te sientes más feliz y realizado.
Te confieso algo… Yo experimento esta sensación todas las semanas cuando preparamos estos artículos para ustedes. Si uno de ustedes lo lee, y le ayuda en algo, nuestra semana habrá tenido sentido.
Te dejo con un lindo pensamiento del filósofo Rabindranath Tagore (India, 1861):
“Dormí y soñé que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y descubrí que en el servicio se encuentra la alegría”
Si te gusta y te funciona esta práctica nos gustaría mucho escuchar de ti. Compártenos tu experiencia. Escríbenos AQUÍ.
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